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/ cvjavea
Un riesgo para la salud de nuestro perro
¿Qué es la Procesionaria del Pino ?
La procesionaria del pino más común en España es la Thaumatopea pytocampa. Es una mariposa nocturna que vive durante el verano. Cada mariposa pone unos 300 huevos en las ramas de los pinos. Cuando nacen las orugas elaboran un nido de seda para protegerse del frio. Son esas típicas bolsas algodonosas de color blanco en las copas de los pinos. Cuando comienza el buen tiempo, normalmente entre febrero y abril, con temperaturas superiores a 15 ºC, todas las orugas migran en procesión guiadas por una hembra que teje un hilo conductor. El destino es un sitio ideal para enterrarse y formar las crisálidas, que saldrán al final del verano siguiente como mariposas.
¿Por qué son un peligro para nuestro perro?
Las orugas tienen unos pelos especializados en forma de dardo que liberan una toxina llamada taumatopenia. Esta toxina es una proteína que produce una inflamación hiperaguda y una reacción similar a las que se producen en las reacciones alérgicas, dando lugar a una dermatitis tóxico-irritativa muy fuerte.
La intoxicación puede ocurrir por contacto directo con las orugas y su secreción o por contacto con los pelos urticantes que pueden ser llevados por el viento o con los nidos caídos, ya que pueden permanecer en su interior exudados larvarios y pelos urticantes, incluso siendo nidos de años anteriores. Es por ello que los nidos caídos pueden ser fuente de contagio si son manipulados por los perros, y de allí el viento puede desplazar estos pelos y ponerlos en contacto con la piel y mucosas originando reacciones en ausencia de orugas
La sintomatología clásica es la del contacto oral: el animal demuestra nerviosismo, actos de deglución rápidos, se toca la boca con las patas, hipersalivación; en pocos minutos desarrolla una inflamación de la boca y la lengua intensas hasta la incapacidad de cerrar la boca, si la oruga ha sido ingerida el animal tendrá vómitos o edema de la laringe. La lesión localmente tiende a evolucionar hacia la necrosis, con posibilidad de pérdida de tejido. Las otras localizaciones causadas por los contactos menos usuales (como ojos o nariz) causarán sintomatología reconducible a blefaritis, queratitis y rinitis.
¿Qué hacer si mi perro entra en contacto con la procesionaria?
Si ves que tu perro toca una de estas orugas, o por los síntomas que presenta crees que ha podido hacerlo, ten muy claro que estás ante una urgencia veterinaria por lo que tienes que actuar con rapidez, puesto que de esto dependerá el éxito del tratamiento.
Lavar la lengua o la zona afectada con agua caliente, ya que el calor desactiva la toxina. Otras alternativas son el vinagre o el jabón. Nunca se debe frotar la parte lesionada, ya que así romperemos los pelos dañados liberando después la toxina.
Acude inmediatamente al veterinario donde evaluarán el estado del perro y decidirán toda la terapia necesaria.
La secuela más frecuente es la necrosis y pérdida de la parte de la lengua que ha estado en contacto con el tóxico. Afortunadamente, si el trozo que se pierde no es muy grande, el perro se acostumbra rápidamente y puede comer y beber con normalidad.
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